Viajar sola ¿Si o no?
«Hoy, sí, sí, justo hoy, hace medio año que tomaba el avión que me llevaba a Bangkok. Y hoy, justo hoy, quiero compartir con vosotros la conclusión a la que he llegado tras estos meses: viajar sola es más fácil que viajar solo«. Así empieza uno de sus posts Patricia Jiménez, la aventurera detrás del blog Dejarlo todo e irse.
Esta nómada sabe bien de lo que habla pues lleva desde 2014 on the road. Fue entonces cuando abandonó su puesto como técnica de i+D en una farmacéutica y se recorrió Tailandia, Laos, Camboya, Vietnam, Malasia, Singapur, Indonesia, Brasil y Argentina. Además, ha hecho el camino de Santiago del Norte y ahora mismo está de tour por Sudamérica, donde planea visitar, «al menos», Uruguay, Chile, Bolivia y Perú.
No obstante, embarcarse en esa interminable ruta no fue sencillo: «Tenía muchosmiedos… a aburrirme, a enfermar, a que me pasase algo malo, a que me hicieran daño, a no disfrutar, a fracasar con mi sueño, a sentirme sola… Llevaba una una mochila cargada con mucho peso«, dice con una risita.
Sin embargo, tras la negativa de su entorno a emprender aquel primer viaje a su espalda, se decidió: «Aunque desde pequeña me había movido sola por Europa, siempre lo hacía para asentarme por un tiempo en alguna ciudad. Fue en mayo cuando, tras quemar todos los cartuchos e intentar convencer a gente de que se uniese a mi plan de viajar por una temporada, fui consciente de que si no viajaba sola no lo haría, y decidí hacerlo: me fui a Asia sin billete de vuelta«.
Por supuesto, la idea le ha dado muchas más alegrías que desengaños, y de hecho considera que «toda mujer debería viajar sola alguna vez en su vida». «No es necesario que agarre la mochila y se vaya sin billete de vuelta a Asia, pero, al menos, que se escape un fin de semana por España o una semana por Europa. Tomarse tiempo para una misma, conocerse y aprender a estar en soledad debería ser una máxima para toda mujer», explica.
No te quedes mirando el mundo desde la ventana… ¡Lánzate a él!
De la misma opinión es Natalia Lagunas, Profesora del Departamento de Psicóloga de laUniversidad Europea y Doctora en Neurociencia. «Viajar sola es una experiencia recomendable para cualquier persona, porque además de permitirnos conocernos mejor, también nos ayudará a evaluar los recursos sociales y emocionales con los que contamos«, comenta.
Por ejemplo, el viajar solas «nos permitirá conocer las estrategias de afrontamiento(coping) con las que contamos ante eventos estresantes con los que generalmente no estamos en contacto. Para mejorar aún un poco más nuestro autoconocimiento, podemos llevar un diario de viaje, en el que anotaremos todas las experiencias vividas durante el día«, continúa Lagunas.
«Un ejemplo de sus beneficios lo encontramos en un estudio realizado en el 2011 por la Universidad de Wolverhampton, en el que una mujer que realizaba expediciones en el Polo Norte llevó un diario de sus vivencias. Este le permitió identificar cuáles eran las situaciones que más le estresaban, que iban desde condiciones medio ambientales adversas, hasta retos personales o del avance del proyecto de investigación en el que trabajaba. Este análisis le fue útil para conocer qué estrategias de afrontamiento utilizaba ante esos estresores y para evaluar la eficacia de esas estrategias y poder mejorarlas en sucesivas expediciones», explica la Doctora. «Es probable que las situaciones a las que nos enfrentemos no sean las mismas que las de esta exploradora, pero la estrategia de autoconocimiento puede ser igual de enriquecedora».
¡Viajando sola eres libre para disfrutar como quieras!
Lagunas también coincide con Jiménez en que no hace falta, de entrada, proponerse dar la vuelta al mundo: «Quizás un viaje corto y a sitios con ciertas comodidades sea el mejor comienzo para identificar los problemas que pueden ser un estrés añadido en nuestra aventura. Este primer viaje “cómodo” nos puede permitir evaluar nuestras estrategias de afrontamiento, mejorarlas y después embarcarnos en una aventura que nos demande mayores capacidades y en la que nuestra experiencia previa puede ser de gran ayuda«, comenta.
Sobre esta idea ahonda un poco más Jimenez, que nos cuenta: «No creo que haya un tipo de mujer que esté más preparada que otra para viajar, sino que creo que hay un tipo viaje para cada viajera. Sólo tienes que encontrar el tuyo«. De hecho, ella ha encontrado perfiles de todo tipo en sus periplos: «Creo que a veces pensamos que la mujer viajera tiene que ser decidida, fuerte y sociable, y aunque en muchos casos es así, también hay viajeras más introvertidas y más dubitativas. Después, cada una tiene sus razones para hacerlo. Hay mujeres que necesitan un tiempo para pensar, otras para mimarse y otras que solamente necesitan moverse», explica la autora de Dejarlo todo e irse.
Un viaje para cada viajera
LA PREGUNTA DEL MILLÓN
«Viajar sola no es más peligroso que viajar solo. Viajar sola es como viajar solo. Entonces ¿por qué tenemos esa idea, grabada a fuego, de que viajar sola es mucho más peligroso?¿Por qué necesitamos la confirmación continua de que una mujer puede viajar sola?La mujer siempre se ha considerado el sexo débil. Año tras año, siglo tras siglo, nos han convencido que somos más vulnerables. Necesitamos ser protegidas, tenemos que andar en grupo y no debemos caminar sin acompañantes de noche. Sin embargo, somos más fuertes de lo que pensamos«.
Así comienza el capítulo ¿Es peligroso viajar sola? del libro que Patricia te envía cuando te suscribes a su lista de correo para animarte a probar las mieles de la aventura en solitario. «Viajando sola encontrarás apoyo en muchas personas que creen que deben protegerte. Hombres que creen que el mundo es difícil para las mujeres y querrán ayudarte. Chicos que intentarán hacerte tu estancia más sencilla. Encontrarás mamás que te ayudarán como les gustaría que alguien hiciese con sus hijas, hermanas mayores que querrán ayudarte y hermanas pequeñas que querrán estar cerca de ti para que les cuentes sobre tus aventuras. ¿Y lo mejor? Solamente esas mujeres ya forman el 50% de la población y viven en todos los lugares del mundo. Porque una mujer defenderá a otra si cree que se encuentra sola y en apuros», continúa.
De hecho, cuando le preguntamos que qué es lo que más le ha sorprendido de viajar solaen este tiempo, contesta sin dudarlo: «Me he sorprendido yo misma, lo cómoda que me siento y lo mucho que aprendo; me ha sorprendido el miedo que las demás mujeres (no viajeras) expresan cuando les dices que vas sola. Pero sobre todo, me ha sorprendido, y me sigue sorprendiendo, como otros se vuelcan en ayudarte«.
Viajar sola no tiene por qué ser peligroso
Así las cosas, el consejo de esta trotamundos para aquellas que se echen el hatillo al hombro no es otro que… el que le daría a un hombre: «Para que viajar sola no sea peligroso, simplemente, hay que tener las mismas precauciones que tendría el que viaja solo. Es un error creer que el hombre, por el hecho de serlo, se cree 100 por cien seguro al viajar sin acompañamiento. También los hay que no se sienten especialmente fuertes, que tienen miedos o que temen encontrarse con grupos que puedan hacerles daño. Por eso, todo el mundo cuando viaja solo tiene que estar atento a los acontecimientos que ocurren a su alrededor, confiar en su sentido común (algo que se agudiza en solitario) y viajar dentro de su zona de confort (será el propio viaje quien te saque de ella sin buscarlo).
Lagunas, por su parte, está de acuerdo con Patricia, aunque con matices: «Si se toman las precauciones debidas, viajar a los sitios que se desea conocer no debería de ser un problema. Si no estamos seguras de los riesgos, podemos consultar los sitios de internet en los que otras mujeres que viajan solas cuentan sus experiencias. Algunos de ellos, comoGirl about the globe y Solo Travel Girl pueden ser una fuente de inspiración, además de ayudarnos a resolver dudas», nos detalla.
Pese a todo, la psicóloga cree que viajar solo es más fácil que hacerlo sola. «No sólo por los factores emocionales –la independencia emocional se suele reforzar más en el hombre que en la mujer-; también los factores sociales pueden ser menos favorables para las mujeres. Es decir, no podemos soslayar el hecho de que hay sitios y situaciones en las cuales ser mujer es una desventaja, pero no viajar no nos hace inmunes a los peligros«, concluye.
De cualquier modo, viajera, la decisión está en tus manos. Nosotros podemos ayudarte con estos consejos para viajar sola, y estos maravillosos destinos para iniciarte; Patricia también se ofrece a hacerlo en su web, tomándose «un café virtual» contigo e incluso echándote una mano con la planificación del viaje. ¿Te animas?
¡Puede ser lo mejor que te pase en la vida!
Texto:MARTA SADER